Actuamos movidos por el imprescindible compromiso de la sociedad civil hacia las aspiraciones económicas y sociales de los catalanes. Los hechos que se están produciendo en instituciones, empresas y domicilios particulares nos suscitan un profundo rechazo. La democracia y la libertad de expresión son valores nucleares de nuestra sociedad, por los cuales todos tenemos que trabajar.
En reiteradas ocasiones hemos expresado nuestro apoyo al derecho a decidir del pueblo de Cataluña. El Parlamento de Cataluña es la institución democrática donde se manifiesta la voluntad popular del país. En las dos últimas legislaturas una mayoría de sus diputados han sido escogidos con el mandato de discernir de forma limpia, democrática y legal cuál es la voluntad mayoritaria del pueblo respecto a la posición de Cataluña con relación a España. Lamentamos que este mandato no se pueda cumplir mediante un referéndum acordado y vinculante. Deploramos que la negativa a dialogar esté llevando a una situación de limitación de derechos y de las libertades públicas.